Ella no llega para quedarse, pertenece a un lugar, pero no sabe cual.
No tiene una decisión concreta, tampoco sabe lo que quiere.
Es feliz a pesar de todo.
Busca el cielo, hasta por esos pequeños halos de luz.
Se mueve, tiene miedo de que darse inmóvil.
le gusta el silencio, pero no absoluto.
Sus mayores miedos: el tiempo y la soledad.
No les da pena?, pobre. Jamas desearía ser ella, pero tampoco me gustaría ser otra.
Me gustó mucho tu blog! Gracias por dejarme tu huellita en el mío. Vuelvo pronto. Saludos!
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