*Memorias lésbicas para salir del
closet*
Contar tu historia puede transformar el
mundo, lei en un flyer de casa brandon hace 10 años.
Contarme mi historia, mi propia
historia, desde mi memoria personal y ancestral, a través de mi voz y con mi
propio juicio,
puede transformar mi mundo.
Relato mi historia para reconstruirme,
crear mis propios mitos.
Algo tan necesario, como desnudarme
para mi.
Hago memoria como un acto mágico, para
recordar quien soy.
Escribo memorias lésbicas para salir
del closet.
Siempre me gustaron las chicas.
Desde mi vecina Josefina a los 4, tengo
memorias de todas las que me volaron la cabeza, y ese recuerdo ha sido mi
salvación.
En el mundo que viví de niña las
lesbianas no existían, y en la adolescencia, lesbiana era mala palabra y mucho
menos, una posibilidad.
“ahi viene la nena nene" dijo una
compañerita, "si a mi casa viene una pendeja y es lesbiana, la saco
agarrada de los pelos de la concha” dijo una vecina, “a mi las
tortilleras me dan asco” dijo otra, “a mi esas cosas no me gustan,
las quiero lejos de mis hijas” me advirtieron.
Con contradicciones, miedo y todo:
siempre enclosetada pero nunca confundida, ya lo dije: siempre me gustaron las
chicas.
Podes callarte, hacerte la boluda,
mentirte y decir que sos hetera aunque te gusten muchas, porque así te
dijeron que eras y tenías que ser, porque así te dicen que sos o que pareces.
Pueblo chico infierno grande, te aplica
la norma con violencia y con carpa también.
Te aplican rechazo, soledad y vergüenza.
Pero el lesbianismo, te late dentro,
nunca te abandona, y “se te nota”:
Me lo decían en cada machona y
marimacha: camila, pareces un chabón,
me señalaban.
También aparecia cuando lloraba de
bronca por no poder usar jardineros y me obligaban a ir de vestido de razo a
las fiestas, vivis hecha una crota,
me decían.
Nunca fui suficientemente mujer, no voy
a buscar ser suficientemente lesbiana,
Porque me alcanza con los recuerdos del
deseo: las ganas que tenia de que xeena y gabrielle se besaran y terminaran
juntas, la flasheada que me pegue cuando vi la foto de Britney, que siempre la
ame fuerte, besándose con Madonna, toda la tensión que sentí al desear a otras
chicas cuando ni siquiera sabía que era una posibilidad para mi.
Supongo, que debe haber una especie de
interruptor interno, como, una opción a habilitar, una orden del cerebro que da
lugar a lo nunca permitido:
Movimientos corporales inhabilitados,
Gestos y miradas prohibidas,
Actitudes desvaloradas,
Deseos y placeres ocultos para que
nadie se vaya a tentar.
Me costo tanto darme lugar, hacerme cargo,
autorizarme,
Pero no necesite que me dieran
credencial,
No me firmaron el titulo de torta fuera
del closet,
y mas les vale no venir a validarme.
Tengo un CV intachable de desviada,
inadaptada, marginal y monstruosa.
El lesbianismo volcánico que llevo
dentro, mis ancestras cuir que me laten en las venas, las que pudieron escribir
libros y pude leer, las que grabaron podcast y pude escuchar, les amigues, ahí,
siempre legitimando mi derecho a ser y mi curiosidad obsesiva por ir más allá,
me dieron el ok interno que necesitaba, la fueza para empezar a desertar
de ser todo lo que esperan de mi, porque la heteronorma y el patriarcado
siempre te recluta.
Tengo suerte: Mi sol en Aries toma la
iniciativa y sale a explorar el mundo, y aunque mi luna en cáncer tiene una
adicción con estar adentro, bien sabe que el refugio puede convertirse en
cárcel.
Vi ocultarse el sol desde adentro, por
momentos parece ser siempre de noche, creo que todavía está amaneciendo, y a
veces, voy a necesitar que me abran la puerta para ir a jugar.
Sigo destruyendo las torres o viéndolas
caer, rompo estructuras, improviso, mando a cagar a las instituciones, lo
instituido, las normas y los cómo debo ser, los mandatos, incluso los nuevos
mandatos feministas, me resisto a ser sumisa y disimular. Quiero dejar de ser
buena y ser mas desobediente.
En criollo y sin vueltas: ya no me voy
a hacer más la boluda.
Le dedico estas palabras a mi
amigo Leandro Silva, el melli, que hace 10 años tomo la decision de suicidarse,
porque el infierno del pueblo chico lo castigo y lo llevo a eso, porque contar
historias puede transformar el mundo, y quiero que todos los closets y los
pueblos que castigan, ARDAN!
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