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jueves, 18 de abril de 2013

Sueños de tren,
oscuro pantano inconcluso,
imágenes siniestras, 
garganteros nudos.

Te de mosqueta,
intelectualoide extremista,
racional anarquista,
perdiste la vista.

Vos decidís,
yo te dejo,
vos perdes,
yo me alejo.

Tiempo ganado,
el techo vacío,
no quiero oírte
andrógina embustera.

A Rosasmanosdecristal



Cierro los ojos y espero que la imagen deje de ser imagen.

Estar aquí, simulando estar, y no habiendo estado desde hace tiempo.
Prestar atención, sin garantías ni garantes, sin intereses ni descuentos.
Mirar pero no ver, escuchar pero no oír, hablar para decir nada.
Un silencio infinito retumba en el vacío que dejó tu partida.
No se quien partió o quien parte, pero se que yo partiría.
¿A donde?, a verte. ¿A donde?, donde estés.
Para llevarte a mi mundo sin tiempo. A mi mundo caleidoscopio.
Donde el tiempo se mide por los latidos del corazón,
y el valor de las cosas se mide por el tiempo que pierdes en ellas.
Piérdete en mi, porque como verás, en vos ya estoy perdida.


Fin de un sueño. Comienzo de otros.


  El calor inundo el lugar,los amantes comenzaron a notarlo. Nadie logro escapar, ni siquiera aquel que intento la despedida, ya que siguió soñando con ella. Otros escaparon juntos.Y entre el humo y el vapor, se encontraron sus cuerpos, como unidos por una necesidad pretérita  como buscados desde hace tiempo, y de una sola mirada se robaron un beso, del cual no pudieron despegarse por varios días y varias noches, pensándose. También hubo algunas que escaparon de algunos, los borrachines se pusieron parlanchines y dijeron algunos versos de más...
  Ella miraba todo en silencio. Sonreía sin creer que dejaba huellas. Aguantaba las lagrimas. Lloraba por dentro. Intentaba no imaginarlo. Buscaba en cada pensamiento la manera de estar en el presente y no naufragar en el sueño de la Patagonia, pero sus ojos dibujaban la nostalgia perdiéndose en un vacío infinito del que escapaba en lisergicas conexiones con el presente.
Él se derretía con cada gota que caía de su mejilla. A él le fue tan difícil como a ella. Buscaba la luna hasta donde la ventanilla le permitía ver. En un bolsillo se había llevado esperanza, en el otro promesas. La mochila iba bien cargada de sueños. Ella lo había hechizado para que su cuerpo vagara por el mundo y su espíritu viajara por siempre con ella. Él no se ofendió, amo la magia y se dejo volar.


sábado, 13 de abril de 2013

angel de la montaña

Me fui a los bosques, 
donde los duendes son arboles caídos 
y los arroyos las venas de la montaña...

Me fui a la vida,
donde el viento a veces te pega en la cara,
y otras te ayuda a volar...

Me fui a buscarte,
y me encontré mientras me encontrabas.