Somos sus antiguas esclavas,
pueden reconocerlo
en nuestros rasgos,
en nuestras pieles,
en nuestros gestos.
Nos quieren subyugadas,
subalternas, por debajo de ellos.
No soportan que tomemos
el poder,
el control,
el lugar que nos corresponde del mundo.
Somos su mano de obra
barata,
descartable,
abundante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu opinión! Vale mucho